Hasta siempre Chucho

La leyenda de Christian Benítez daba para que fuera más amplia, para sumar a sus cuatro torneos de liga – dos con El Nacional, uno con Santos y otro con América – y sus otros cuatro trofeos de goleo individual en la liga mexicana, otros muchos éxitos que estaban por venir, con El-Jaish Sports Club, la selección ecuatoriana y seguramente en algún club europeo.

Pero los golpes de la vida no avisan y a sus 27 años ha sufrido una trágica muerte horas después de su debut con el equipo qatarí al cual recién había llegado buscando su ‘plan de retiro’ por un contrato de tres años para ganar 6 millones de dólares aproximadamente en cada uno de ellos, más del doble de lo que percibía en el América, donde era el mejor pagado del club y de la toda liga.

Tras la segunda autopsia se informa que ‘Chucho’ padecía una enfermedad cardiaca congénita y no habrá sido negligencia médica como se había informado. Difícil de detectar ya que se había sometido a exámenes médicos en varias ocasiones, lo único anormal detectado era la falta de un ligamento en la rodilla izquierda, situación por la cual el Birmingham City no confió en que tuviera un buen desempeño dándole pocos minutos y tampoco ejerció la compra de su carta en su momento. Pero en el tiempo que jugó en su país tanto con su selección como su club o en México nunca fue algo que lo detuviera en su perfil goleador.

Un tractor que pasaba por encima de cualquiera, fuerte como un roble que ni con falta lo detenían, con una explosión tremenda en corto y velocidad en largo conduciendo el balón. Gran remate de cabeza y envidiable reacción para rematar en centésimas de segundo en el área, donde se sentía más cómodo y donde anotaba la mayoría de sus goles. Un guerrero que nunca se escondía en el terreno de juego, quería todos los balones para él mismo pecando de individualismo, pero porque conocía sus capacidades, le gustaba lucir y ayudar a sus equipos. Siempre lo dio todo, de eso nadie le puede reprochar.

151 goles en total, el último en el estadio Olímpico Atahualpa de Quito con su selección frente a Paraguay, haciendo el tercero en la goleada 4-1 que puso más cerca a los ecuatorianos de Brasil 2014. Mundial que seguramente esperaba a Benítez tras sólo haber participado 45 minutos en el 2006 cuando era una promesa, ahora era no solo realidad sino la estrella goleadora del equipo.

También lo esperarán sus hijos gemelos y su esposa Liseth, su madre que tenía mucho sin ver y sus hermanos para los cuales fungió como un responsable hermano mayor. Pérdida invaluable, esperemos que tengan la fuerza para sobreponerse y recordarlo con todo el amor de familia. De otra manera también la familia futbolera lo recordará como un luchador, un ganador, un tipo diferente no sólo por sus cortes de pelo y sus shorts hasta debajo de la rodilla, sino por ese carisma de un gran ser humano.

Escribiendo esto sigo sorprendido con la noticia. Todavía esperaría verlo regatear, conducir y rematar a gol para festejar sonriendo en un abrazo con sus compañeros y después dedicarlo a Dios y su familia, cosa que ahora sólo podré hacer viendo videos. Descansa en paz, hasta siempre Chucho.

Nos vemos en Twitter: @dortizsc

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