Puede que lo haya merecido desde antes y puede que también se lo vaya a merecer después con mayores logros, pero no quiero dejar pasar el dulce momento por el que atraviesa Javier Hernández previo a su explosión internacional para dedicarle una columna. No es que no haya despegado ya, porque lo hizo de sobremanera en el Mundial de Sudáfrica con su par de anotaciones en escasos 169 minutos jugados pero su momento dulce sigue perdurando con cualquier camiseta que se pone, con los compañeros que juegue o el estadio que pise.
Como lo extrañan ahora las Chivas que pueden quedarse a un paso de la gloria libertadora por la falta del que fue su delantero referencia en el último año. Y es que no es que el Guadalajara ande mal, sino que ya no tiene tal estado de gracia como lo sigue teniendo el ahora jugador del Manchester United.
No jugó con la selección campeona del mundo sub-17 en 2005 dejando entonces todo el protagonismo en Vela y Giovani, pero es ahora cuando tiene todos los reflectores. Dos años más tarde si tuvo oportunidad de mostrarse e incluirse en aquella “generación dorada” jugando muy poco pero eso sí, anotando un gol en aquel Mundial sub-20.
A sabiendas que su familia es 100% futbolera, su padre con el mismo nombre y apodo solo que sin diminutivo, y su abuelo Tomás Balcázar, necesitaba labrar su propio nombre y comenzó a hacerlo en el “Rebaño Sagrado” respondiendo con lo que mejor sabe hacer: anotar goles. Se fueron acrecentando sus minutos hasta ser indiscutible, goleador del equipo en liga y libertadores, y hasta jugando solo medio torneo, por el llamado a selección, coronarse como campeón goleador compartido con Hérculez Gómez y Johan Fano.
Lo del Mundial ya lo sabemos, sacando el máximo jugo a sus minutos pese a que Aguirre neciamente lo sacrificaba para dar cabida al Guille Franco. Movilidad, picardía, rapidez, sed de triunfo y un siempre motivado y enchufado Hernández abrió los ojos del mundo entero. Aunque hay quienes trabajan para esto y se anticipan a estas situaciones. Alex Ferguson, quien además ha hablado siempre maravillas del delantero, se fijó en él desde antes para que el United aprovechara su fichaje como una ganga. Si esperaban unos meses, salían competidores y seguro se elevaba el precio bastante. Ahora el conjunto inglés goza de una nueva figura no solo para completar su delantera, sino para competir por un puesto. En orden de importancia: Rooney, Berbatov, Owen, CHICHARITO, Macheda y Wellbeck, es lo que se vislumbra y le dará la oportunidad de participar en todas las competencias y no quedarse solo con las copas locales. Y cuidado con su racha, porque puede subir una o dos posiciones a mediano plazo.
Gol en su presentación en amistoso, primer gol en la historia del estadio Omnilife en su despedida de las Chivas y gol en debut de partido oficial en la Community Shield pese a que haya sido un “churrogol”. Luego, partido del Bicentenario -y del negocio-, y el referente goleador e ídolo naciente de la selección mexicana es el que anota ¿quién más?
El Chicharito tiene la portería grabada en la mente, espíritu ganador, talento, juventud, equipo para ganarlo todo, carisma, humildad, apoyo y sin duda, es un tipo con ángel, cubierto por la gracia y la suerte. No son buenas las comparaciones, pero si se lo propone puede hacer más que Hugo Sánchez, al menos en selección nacional a nivel individual está cerca de hacerlo y apenas tiene 22 añitos. “Que no pequen los defensas porque Dios perdona… el Chicharito jamás”