La revancha de Robben
‘La fuerza que tuvimos para ganar, la obtuvimos de las derrotas’. Oliver Kahn dijo esto tras ganar la Champions League en aquella fatídica serie de penales en el Giuseppe Meazza ante el Valencia. Dos años antes, el Bayern Munich había protagonizado la peor tragedia de su historia, que para el rival es la mejor hazaña que han conseguido y me refiero a la final que protagonizaron los alemanes ante el Manchester United. Par de minutos de gloria para unos e infierno para otros.
Ahora, el Bayern llegó a su tercera final en cuatro años buscando el ansiado quinto título europeo contra su reciente némesis en el campeonato local. Pero hay alguien que tenía una revancha personal, alguien a quien no se le daban nunca las finales y ahora ha sido el héroe y el mejor jugador del partido.
Inicios en Groningen para muy pronto despuntar y llegar a uno de los grandes de la liga holandesa, el PSV Eindhoven. Debut y derrota en final de la Supercopa, ¿mal augurio? En dos temporadas salió campeón en una ayudando al ‘9’ del momento a ser el goleador de la liga, Mateja Kezman. Los llamaban ‘Batman y Robben’ y ambos fueron comprados por el Chelsea, el nuevo rico aquel entonces del futbol europeo. Entonces previo a un terrible año perseguido por las lesiones – su punto flaco, junto con su individualismo – vino el despegue del zurdo con el sistema de José Mourinho. Los contragolpes perfectamente ejecutados con la velocidad de Arjen y de Damien Duff, con Makelele recuperando, Lampard enviándolos y Drogba cerrando llevaron a los Blues a competir año con año en la élite europea. Ganando dos ligas, aunque sin llegar a la regularidad deseada que lo catapultara como la estrella de su equipo y sin poder brindar a su selección lo que se esperaba de él. Seguir leyendo