Otro sueño más desvanecido, otra medalla más de segundo lugar, otro “intento” de premio de consolación, otra vez hay que pasar antes por el trofeo más chico, otra vez soportar la euforia del contrario y otra vez quedarse con las ganas de llorar de la emoción y el éxtasis triunfal, en lugar de hacerlo con la desilusión de la derrota. No es historia nueva, en realidad no me sorprende que el Cruz Azul haya perdido contra el Pachuca la final de la Concachampions, a pesar de que el gol cayera hasta el minuto 92, los cementeros estaban destinados a caer. No es hacer leña del árbol caído, pero esto ya rebasa los límites y no hay como detenerlo.
Tenemos que poner la video Beta (solo un decir, Youtube rescata estas situaciones) para recordar la última vez que se corono la Máquina en “algo”. Diciembre del ’97: cuando el León era protagonista y estaba en primera división, tras la terrible patada de Comizzo en la cara de Hermosillo (no entiendo aun como no fue expulsado), que el mismo goleador histórico transformó en el gol de oro y el campeonato celeste número ocho. Y dos años después comenzó el martirio que sigue hasta el año en curso.
Pachuca que lleva ya 10 títulos acumulados en este tiempo (entre nacionales e internacionales por ninguno de los azules) les ganó la final porque tuvo más huevos y metieron el gol del gane justo con esa parte del cuerpo. Para los nostálgicos o burlones, Aguirre era el entrenador tuzo. Luego en 2001 la final de la Libertadores, que creo que todo México estaba con ellos, pero eso no impidió que se quedaran con las ganas de destronar a Boca Juniors.
Después de varias semifinales y agudizar la racha de no ganarle al América (que sigue hasta ahora), de despedir a todos los futbolistas en un torneo, de casos de doping, de ser eliminados sin disputar la vuelta en unos cuartos de final, esperaron hasta el 2008 para acceder a otra lucha por el campeonato. Y fue Santos el que los despachó con un poco de problemas al final, pero con una amplia superioridad futbolística. Un semestre después la esperanza estaba de nuevo, se perdió con la ida, pero las agallas de la Maquina forzaron los penales ante los Diablos, los cuales los harían caer nuevamente. Pero un año después lo vuelven a intentar, parece por minutos en el Tec que la malaria se termina, pero el Monterrey termina siendo más equipo, demuestra el coraje con el que hay que jugar y los barre nuevo. Una más a la cuenta. Y si no era suficiente en el preludio llegaron a otra final del nuevo torneo de Concacaf que igualmente ven pasar, ahora con un potro relinchando y viajando al Mundial de Clubes.
Han pasado buenos jugadores como los “Chelos” Delgado, Latorre, Osorio, Cata Díaz, Figueroa, Abreu, Matute, Pereyra, Torrado, Lozano, Borgetti, Sabah, Bonet, Riveros, Villa, Chaco… y nada, absolutamente ninguna alegría, más que ganar el “Cuna del Futbol”.
Tantos fracasos y sueños inconclusos, para un supuesto equipo grande del futbol mexicano, de verdad que los compadezco aunque les aplaudo y admiro la fe. Ser del Cruz Azul en estos tiempos es saber que los nuevos chistes y burlas serán sobre tu afición y tus malos ratos. Crueldad que no podrá borrar el tiempo, sino que lo incrementará más, lo único que puede salvarlos es ganar por fin algún título. O al menos si no lo van a hacer, abstenerse de llegar a cualquier final.